Seis megaproyectos, uno chino, dos europeos, uno ruso y dos de Estados
Unidos, acapararán la atención del calendario de exploración en los
próximos cinco años.
Desde los albores
de la era espacial se realizaron un sinnúmero de misiones para intentar
abarcar los 30 años luz de diámetro que comprende la Nube Interestelar
Local, la burbuja dentro de la cual se mueve nuestro Sistema Solar. Para
obtener nuevas respuestas sobre el vecindario sideral, en los próximos 5
años, se ejecutarán al menos 6 misiones de gran trascendencia para la
ciencia. En este plan se incluye la construcción de dos estaciones
espaciales, varias excursiones a Marte y una escala obligada alrededor
del Sol.
Tiangong 2 (2016)
En un año el gobierno chino
retomará su programa Tiangong (Palacio celestial), para poner en órbita
su segundo laboratorio espacial. Será impulsada por los cohetes Long
March, para reemplazar a la Tiangong-1, que finalmente pasará a retiro.
La nueva, tendrá lugar para tres astronautas, con víveres y recursos
para 20 días y dos puertos de acoplamiento. Con una longitud de 14
metros, un diámetro de 4,2 metros y un peso de 20.000 kilos. China lanzó
el Tiangong 1, un prototipo, en septiembre de 2011. En junio de 2012,
se acopló con el Shenzhou-9, en el que iban tres astronautas. En junio
de 2014, Shenzhou-10 se ensambló con el laboratorio también con tres
astronautas. El proyecto culminará en 2020 con Tiangong 3, que será el
mayor refugio espacial creado por el hombre.
Desde los albores
de la era espacial se realizaron un sinnúmero de misiones para intentar
abarcar los 30 años luz de diámetro que comprende la Nube Interestelar
Local, la burbuja dentro de la cual se mueve nuestro Sistema Solar. Para
obtener nuevas respuestas sobre el vecindario sideral, en los próximos 5
años, se ejecutarán al menos 6 misiones de gran trascendencia para la
ciencia. En este plan se incluye la construcción de dos estaciones
espaciales, varias excursiones a Marte y una escala obligada alrededor
del Sol.
Astronomía, las grandes misiones que se vienen. Tiangong 2
Tiangong 2 (2016)
En
un año el gobierno chino retomará su programa Tiangong (Palacio
celestial), para poner en órbita su segundo laboratorio espacial. Será
impulsada por los cohetes Long March, para reemplazar a la Tiangong-1,
que finalmente pasará a retiro. La nueva, tendrá lugar para tres
astronautas, con víveres y recursos para 20 días y dos puertos de
acoplamiento. Con una longitud de 14 metros, un diámetro de 4,2 metros y
un peso de 20.000 kilos. China lanzó el Tiangong 1, un prototipo, en
septiembre de 2011. En junio de 2012, se acopló con el Shenzhou-9, en el
que iban tres astronautas. En junio de 2014, Shenzhou-10 se ensambló
con el laboratorio también con tres astronautas. El proyecto culminará
en 2020 con Tiangong 3, que será el mayor refugio espacial creado por el
hombre.
Astronomía, las grandes misiones que se vienen. CST-100 Starliner
CST-100 Starliner (2017)
Desde
que en julio de 2011 el transbordador espacial Atlantis fue dado de
baja, la NASA no encontró una compañía que pudiera ofrecer los servicios
de acarreo y transporte que tanto necesita. Desde 2014 Boeing se hizo
acreedor de un contrato por 4.200 millones de dólares para despachar
bultos y personal a la EEI. El resultado del acuerdo es la cápsula
CST-100 Starliner –similar a la nave espacial Orion– que tendrá una
capacidad para siete pasajeros y será un transporte de ida y vuelta que
tiene planeado iniciar sus operaciones hacia finales de 2017.
Inspiration Mars (2018)
La fundación
Inspiration Mars (www.inspirationmars.org) mantiene vivo su designio de
completar la primera misión tripulada a Marte. Detrás de esta visión se
esconde Dennis Tito, que en 2011 desembolsó 20 millones de dólares para
conocer la EEI. Aprovecharía una curiosa alineación planetaria que
posibilitaría atravesar Venus y Marte en un viaje de ida y vuelta de 501
días, en lugar de los 700 que está tasado este recorrido. Los recursos
para esta expedición turística no están ajustados, pero si no se cumple
en 2018, la siguiente alineación recién ocurrirá en 2031. Los
responsables del plan negocian con las principales compañías
aeroespaciales de Estados Unidos, a fin de apoyarse en sus naves y
mecanismos de lanzamiento. El objetivo no es aterrizar, sino alcanzar la
órbita del planeta pasando a unos 160 kilómetros de la superficie, para
luego ser catapultada de vuelta y regresar a la Tierra.
Sol Orbiter (2018)
Este satélite de la Agencia
Espacial Europea (ESA) llegará a orbitar a tan solo 42 millones de
kilómetros del Sol, donde la radiación es 13 veces superior a la que
llega a nuestro planeta y las temperaturas pueden alcanzar los 520°C. La
sonda, que será lanzada desde la estación de Cabo Cañaveral, en Estados
Unidos, realizará un viaje de unos tres años durante los que se servirá
de la gravedad de Venus y de la Tierra. Porta 10 instrumentos de última
generación para observar la turbulenta superficie del Sol y estudiar
los cambios en el viento solar que fluye hacia el exterior a alta
velocidad desde la estrella más cercana.
OPSEK (2020)
El segmento ruso de la EEI consta
de cinco módulos que se podrían ampliar a nueve. Una vez finalizada la
vida útil de la EEI, los cuatro módulos nuevos podrían ser desmontados
para formar la OPSEK (Complejo Orbital Tripulado de Montaje y
Explotación) una estación totalmente rusa. Según los acuerdos actuales,
la EEI estará a flote hasta 2020, pero la NASA quiere ampliarla hasta
2024. En principio Roscosmos estaba de acuerdo, pero teniendo en cuenta
la tensión actual, no sería descabellado que Rusia se independice.
Exploradores de Marte
La existencia de agua
líquida en el planeta rojo es un hecho. El siguiente paso es determinar
la existencia de vida. Para resolverlo, en 2018 iniciará la ExoMars. Es
un proyecto desarrollado por la ESA y apoyado por la Agencia Espacial
Federal Rusa para enviar un orbitador a Marte, un aterrizador fijo y dos
exploradores que efectuarán la búsqueda de rastros de vida, tanto
pasada o presente. Su objetivo secundario es investigar la variación en
composición de la superficie, caracterizar la geoquímica y geofísica, la
distribución de agua y detectar los posibles elementos peligrosos para
la posterior misión tripulada. Dos años más tarde las NASA iniciará la
Mars 2020 Rover Mission, que convivirá con el Curiosity, para investigar
el entorno astrobiológico.
diarioclarin/sociedad